Ayer fue un largo día de votación en Italia. Después de una agresiva campaña por parte de Matteo Renzi para realizar cambios y reformas en la Constitución de 1948, los italianos tenían la oportunidad de acudir a las urnas para votar la opción que creían más favorable.
Pero, ¿qué se votaba el 4 de diciembre? Las encuestas apuntaban a que solo uno de cada diez italianos conocía los detalles del referéndum, por lo que éste se ha desarrollado con gran confusión. Entre algunos de los cambios más importantes se encontraba la reforma en el Parlamento y el Senado (una reducción considerable del número de senadores), la recentralización del poder (las regiones pierden poder en asuntos como la energía o la protección civil y este pasa al Gobierno Central), o el rediseño en la economía.
Como apuntaban los últimos sondeos, finalmente ha ganado el NO a la reforma. En concreto, el 40'9% de los votantes ha dicho que sí mientras un 59'1% se ha decantado por el no a los cambios en la Constitución. La prensa italiana informa de que las personas ancianas, los desempleados y los habitantes de las regiones más pobres de Italia se decantaban por el sí y los jóvenes, estudiantes y trabajadores se oponían.
Fuente: La Repubblica
Al igual que hicimos tras la victoria de Trump, desde el Istituto Europeo hemos recopilado las impresiones y opiniones de algunos italianos tras la derrota de Renzi.
"He votado No por muchas razones, por ejemplo: porque no servía ni para ahorrar, menos políticos pero casi mismo gasto, ni para acelerar el proceso legislativo. Porque la reforma electoral no permitía tener la representatividad del Parlamento, principalmente con el Senado, donde los senadores no podían ser elegidos directamente por pueblo. Porque no mantenía el equilibrio entre los tres poderes, sobre todo el judicial, porque un tercio de la corte costitucional era elegida por el Gobierno en vez del Parlamento conjunto... En general pienso que Renzi quiso personalizar el referéndum, conectándolo con su Gobierno que ha sido un desastre tanto en la reforma laboral como en la reforma educativa o de la administración pública. Creo que por estas razones los italianos han votado No a esta reforma". Todo esto nos cuenta Daniel Muñoz, estudiante y trabajador florentino.
"Personalmente, yo estaba más a favor del No.. pero sinceramente no tenía demasiada información acerca de la reforma por eso no llegué a votar. De todos modos me decanto por el No, no solo porque lo poco que sabía de los cambios no me convencían sino porque además era una Reforma propuesta por Renzi que no me gusta como político", afirma Rubina Lenzi, una joven de la Isla de Elba, en la Toscana.
"Yo tampoco estaba demasiado informada, leí antes de votar para tener una idea y me decanté más por el Sí, porque estaba de acuerdo con algunas partes de la reforma, a pesar de que Renzi no me parece el mejor gobernador", dice Giulia, que vive en Florencia pero es de un pueblecito de la montaña.
Por último, Gherardo nos cuenta que "voté No porque, entre otras cosas, no estaba de acuerdo con los cambios que se proponían respecto al Senado, ya que con estos cambios no se eliminaba el Senado sino que se producía un cambio respecto a las personas que podían ir al Senado y el pueblo no podía votarlo. Sin embargo, que haya votado en contra no quiere decir que no esté de acuerdo en cambiar algunos aspectos de la Constitución, pero no me convencían las propuestas de Renzi porque creo que le favorecían a él pero no a Italia".
Ahora, tras la dimisión de Renzi, se pretende minimizar daños y que el fracaso no se extienda ni al Gobierno italiano ni a la Unión Europea. Y se espera que el presidente de la República encomiende un Gobierno de transición a Padoan, actual Ministro de Finanzas y que poco a poco se vaya reconstruyendo el hábitat político del país.