Eran dos editores de una modesta revista
local hasta que decidieron hacer un vídeo para denunciar la opacidad en la
sanidad catalana y colgarlo en YouTube. Un año después, El mayor robo de la
historia de Cataluña atesora casi medio millón de visitas y a Albano Dante
Fachín y Marta Sibina, responsables de la revista Cafeambllet (Café con leche, en catalán), les
saludan por la calle ciudadanos anónimos y les requieren en hospitales y
centros cívicos para que cuenten su historia, recogida por el Washington Post.
“Somos
un equipo”, dice Sibina en un bar. A su lado, Fachín habla a borbotones y con
una pasión casi religiosa, la misma que le llevó hace tres años a plantarse en
el despacho de uno de los directivos del Hospital de Calella (Barcelona), financiado
por la Generalitat, para reivindicar la sanidad pública. “Llegué indignado,
tras ver el anuncio de una mutua privada en la televisión”, explica después de
hincarle el diente a un bocadillo (de queso: ambos son vegetarianos). El
encuentro fue una decepción que cambiaría su vida. “Me topé con un muro de
opacidad”, cuenta el activista y periodista, de 36 años y nacido en Argentina.
Sibina
y Fachín empezaron a investigar y acabaron destapando el caso Bagó en las
páginas de su modesta revista, elaborada desde su casa en Breda (Girona), y en
varios vídeos donde repasan las incógnitas que rodean el sistema sanitario. A
raíz de su denuncia, la Oficina Antifraude investiga las adjudicaciones
millonarias en contratos públicos logradas por Ramon Bagó, empresario y alto
cargo de la sanidad. Aunque más que aportar datos, lo que hicieron fue lanzar
preguntas incómodas. “En ese vídeo no había ninguna noticia, solo preguntas que
nadie ha respondido”, dice Fachín.
La
pieza corrió por la Red como la pólvora y ellos empezaron a sentirse arropados
tras haber pasado “muchos años solos delante del ordenador”. Después de ese
vídeo llegaron otros, entre ellos uno dirigido al presidente de la Generalitat,
con el título: ¿Dónde está mi
dinero, president Artur Mas? Sibina,
enfermera en el Hospital de Granollers, de 39 años, es la cara visible y Fachín
quien hace los guiones. Ambos tienen fe en las nuevas tecnologías. “Al poder
hoy se le cuestiona hasta con un vídeo hecho en el salón de casa”, afirma él,
que prepara también un libro sobre su experiencia.
Pero
el mismo vídeo que los sacó del anonimato les ha llevado a los tribunales,
donde han sido condenados en primera instancia a pagar 10.000 euros por
vulnerar el honor de un alto cargo sanitario mencionado en la grabación. La polémica
sentencia, inusualmente rápida (resuelta en siete meses) ha provocado el
rechazo de la ONG Reporteros sin Fronteras, que vela por la libertad de prensa
en el mundo. Fachín y Sibina se quejan: “No nos dejaron hablar en todo el
juicio”.
Medios
extranjeros como el Washington
Post, en uno de sus blogs, y la televisión pública finlandesa, en un
reportaje sobre la corrupción en España, han dado la voz a Cafeambllet, que les ha sido
negada por influyentes medios catalanes. Pero no pierden el ánimo. Sonríen y se
van a la enésima charla de los últimos meses. Cómo no, en un hospital.
EL PAIS ANTÍA CASTEDO 20 ENE 2013 - 17:03 CET: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/01/20/actualidad/1358697824_312456.html