Cada día me dedico sobre todo al problem solving, una de las típicas actividades de una escuela como la nuestra, las más difícil pero también la más gratificante.
Es bonito ver las satisfechas y sonrientes caras de los estudiantes cuando les ayudas en sus pequeños (aunque a veces grandes) problemas cotidianos. Es una gran recompensa. La más importante.
El contacto diario con estudiantes que vienen de todas partes del mundo es otro aspecto interesante de este trabajo.
Yo no viajo mucho, pero quizás gracias a mi trabajo, en el que estoy en contacto con todo el mundo, éste es el que viene a mí. Aprendo muchísimo del caracter de los estudiantes que encuentro cada día.
¡Es un gran trabajo!
¡Es un gran trabajo!