Mi nombre es David, tengo
36 años y vengo de Porto Cervo,
Cerdeña, la increíble Cerdeña, mi casa.
En Porto Cervo trabajé como camarero en un bar para gente
VIP. Cada día conocía a gente rica y de la clase alta.
Tenía largas e interesantes
conversaciones con ellos, sobre la vida, la política y la economía.
Después de trabajar, me bañaba en el mar azul de Cerdeña. Me encantaba mi trabajo. Me
encantaba Cerdeña y Porto Cervo.
Ahora trabajo en el
restaurante Moyé en Florencia.
Vine a Florencia por amor.
El amor es un gran motor, como dijo Aristóteles, que mueve todo tu alrededor mientras permanece inamovible.
Estoy ahora en Florencia
porque mi pareja es originaria de Florencia. Ahora vivo en esta hermosa ciudad.
Un museo al aire libre, una pieza viva de la historia donde la traidición y la innovación se entrelazan día a día, donde la belleza está
incrustrada, , donde el arte y la volumetría arquitectónica
se transpiran desde los antiguos muros de cada palacio.
Desde que vivo aquí he desarrollado un sentido de la estética que nunca antes había tenido.
Antes me encantaba la vida
sencilla, la comida, el vino, mi trabajo; ahora también la arquitectura, y la belleza.