Aprovechando el buen tiempo y el sol de la
ciudad, siempre es una buena idea salir a conocer nuevos lugares para pasar un
buen domingo.
Uno de los destinos más visitados, ya sea por
su bonito paisaje, sus campos verdes, la belleza de sus iglesias o la increíble
vista de Florencia, es Fiesole.
Este pequeña comuna italiana está a veinte
minutos en bus del centro florentino y realmente es una maravilla.
En Fiesole podemos encontrar bonitas
edificaciones para visitar, como es el Duomo, el Palazzo Vescovile, el
Anfiteatro romano, el convento de San Franceso, el Convento de San Domenico, la
Iglesia de Santa Maria Primerana o la Villa Medicea. Además del mercatino de
los domingos en la plaza principal de Fiesole.
Duomo |
Cabe destacar la Villa Medicea, por su enormes
jardines y por admirar una vez más el poderío que algún día tuvieron la familia
Medici.
Villa Medicea |
A su vez, el Convento de San Francesco es un
buen destino para conocer cómo vivían los monjes de antaño, sus costumbres e
incluso sus habitaciones. Para llegar a él es necesario subir una imponente
cuesta (nunca viene mal un poco de ejercicio) y al final de ésta se encuentra
un mirador fantástico en el que se divisa toda la ciudad de Florencia.
Vistas desde el Mirador |
A pocos metros del mirador está el convento y
en su interior un museo de entrada libre donde encontramos una muestra
china, de regalos dados a un alto cargo de la época en sus visitas a China,
así como algunas reliquias de Egipto (incluso una momia).
Convento San Francesco |
Muestra china |
Patio del convento San Francesco |
Tras el convento, se abre un enorme jardín que
abarca una buena extensión, realmente precioso y las vistas de la campagna toscana son de ensueño.
Llegar a Fiesole es bien fácil y económico. Solo
basta un billete sencillo de autobús y tomar la línea 7 en Piazza San Marcos.